"Leer basura daña la salud. Lea Libros"
* Ilustración de Gabi Rubi
Evidentemente Luis Bruschtein (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-187379-2012-02-11.html) no conoce a Luis Alberto Spinetta. Creer que la igualdad etaria y la mediación del sillón de Rivadavia los acerca en sus obras es mal intencionado.
Que el Flaco intentó una militancia temprana es sabido... pero las coincidencia que menciona el autor de la nota, no son más que las coincidencias de una generación habitando el mismo territorio, la misma ciudad y las mismas dictaduras. Está claro que el ser social hace a la conciencia, no?
Las aproximaciones intentadas en la notas no son tales. El propio Spinetta decía que lo suyo era decorativo. Aún así el Flaco (sin el aparato del estado) hizo más por la educación vial que los que gobiernan, aún así (sin el aparato del estado) hizo más por los pequeños internos del Hospital Ameghino con su única arma, una Yamaha electroacústica ( y sin medios a la vista) regalándoles varias “plegarias para un niño dormido”, aún así (sin el aparato del estado) hizo más por la educación con su guardapolvo blanco y el genial aviso de que “un mañana es mejor” por más “aguas de las miserias” que se nos arrojen.
Desde algunos sectores que escriben diariamente florecen operaciones golpistas, y desde otros 12 lugares florecen todos los días operaciones para conseguir legitimidades impropias, que su políticas no genera.
Las virtudes de Néstor Kirchner son sabidas, pero son cortas para los planos en los que flotan los efluvios de un Flaco que no creía en reelecciones infinitas, porque el mismo no toleraba repetirse (aunque alguna vez pudiese hacerlo), porque para Luis Alberto, la naturaleza era sagrada y sin embargo el parangón que se intenta es con aquellos que no saben aún qué hacer con una ley de bosques, glaciares y recientemente con la minería.
Si no nos queremos sumar a aquellas rapiñas que roban, compran y venden las fotos de las miserias, sería mejor no forzar nada y dejar que Luis Alberto Spinetta tenga su viaje en paz.